Viendo
estas portadas del siglo XIX seguro que todos/as nos preguntamos, ¿Son las fake
news una moda o una tradición?
Desde antes
que estallara la Revolución Francesa, la prensa es considerada como el Cuarto
Poder por su gran influencia en el pueblo y en la opinión pública que, no solo
se encargaba de informar sino también de desinformar, manipulando los
contenidos. Uno de los casos más llamativo en la historia ocurrió en 1898, la
época en la que España y Estados Unidos experimentaban una confrontación que
acabaría más tarde en tragedia, ya que EE UU quería hacerse con las últimas
colonias que poseía España (Cuba, Puerto Rico y Filipinas). El objetivo de la
prensa era vender periódicos y lo consiguieron de manera retorcida. Los americanos
enviaron a sus reporteros más destacados para que informaran sobre las barbaridades
incurridas por los españoles, pero los enfrentamientos ocasionados podrían ser
considerados
tímidos. Uno de ellos, se puso en contacto con su jefe diciendo: “Todo
está en calma. No habrá guerra. Quiero volver”. A lo que su jefe contestó: “…
Usted suministre las ilustraciones que yo suministraré la guerra.” El jefe era
Willian Randolph Hearst, autor de la prensa amarilla y uno de los más
influyentes en la comunicación del momento. Su lema puede darnos pistas de la
respuesta a la cuestión que hicimos al principio de este post: “I make news”
(Yo hago las noticias).
Y bajo este
lema, estuvo haciendo de las suyas durante un tiempo hasta que se filtra una
carta personal del embajador español a William utilizando adjetivos para
describirlo como: débil, politicastro o populachero. Dicha animosa carta
aparece publicada en la portada del New York Journal. El español es obligado a
abandonar el país, pero desgraciadamente para los americanos, no era un detonante
para provocar una guerra.
Surge al
poco una desgracia: mueren 258 marineros estadounidenses en la explosión del
buque de guerra Maine y, adivinad a quienes culparon los americanos. Sin
embargo, los españoles no tuvieron nada que ver con la desgracia. Tras recriminaciones
y pequeñas disputas, Willian oprimido por la opinión pública de EE UU, provoca
el enfrentamiento el 25 de abril de 1898, donde murieron más de 11.000 soldados
y multitud de heridos.
Anteriormente, los periodistas disponían de diferentes informantes que se sentían de confianza para responder a las exigencias del pueblo y que superaban una serie de controles para avalar las informaciones. Sin embargo y con la llegada de Internet, la situación varia y cualquier persona puede manifestar sus mensajes (Casero-Ripollés; López-Meri, 2015 en Alexandre López-Borrull, Josep Vives-Gràcia y Joan-Isidre Badell, 2018). Desde hace unos años, redes sociales como Twitter o Facebook son los protagonistas indiscutibles de expresión y también las responsables de que las Fake news sigan desarrollándose. Pero, ¿Qué son las fake news? La Comisión Europea nos la define:
"La desinformación se define como información verificablemente falsa o engañosa que se crea, presenta y divulga con fines lucrativos o para engañar deliberadamente a la población, y que puede causar un perjuicio público. El perjuicio público comprende amenazadas contra los procesos democráticos políticos y de elaboración de políticas, así como contra los bienes públicos, como la protección de salud, el medio ambiente o la seguridad de los ciudadanos [...]
La desinformación no incluye los errores de información, la sátira y la parodia ni las noticias y los comentarios claramente identificados como partidistas"
Desde 2016, con las elecciones entre Donald
Trump y Hillary Clinton, la desinformación se ha transformado en un nuevo artilugio de divulgación y, prácticamente, en una costumbre
(Journell, 2017). Si bien es sabido que la desinformación ha existido desde
siempre, ahora es mucho más accesible y fácil publicar información, especialmente, a través de las redes sociales.
En la siguiente infografía encontramos la clasificación de OpenSources.co y a la que los profesionales de la educación pueden recurrir para tratar en clase los diferentes elementos.
Las redes sociales poseen un gran poder social y político en la actualidad, de hecho, en 2018 Facebook se puso en contacto con el fiscal elegido por Donald Trump para investigar el papel de las redes rusas en la manipulación de las noticias para favorecer la campaña electoral de Trump, finalmente, así fue (Lapowsky, 2018).
Sabiendo el pasado de la prensa amarillista y la influencia de las redes en nuestra vida, ¿Cual es nuestro papel como maestros/as y ciudadanos?
Hemos de ser conscientes de que las informaciones que nos llegan pueden ser fake y no dejarnos llevar por las mismas. En la situación que estamos viviendo ahora de caos público, el miedo generalizado por el coronavirus y todas las informaciones, videos, audios que nos asaltan cada día para desinformarnos, necesitamos mantener la calma y extraer las informaciones reales de la siguiente manera:
Aunque también existen diferentes plataformas e iniciativas para ello como son las siguientes:
1. Maldito bulo. Es una plataforma para detectar las fake news, de forma que, introducimos la noticia elegida y nos informan de si es un bulo o una noticia real y verídica.
2. Stop rumores. Agencia encargada de frenar los rumores que compliquen la vida en sociedad.
3. No des bola al bulo. Campaña desarrollada por la Junta de Andalucía también para evitar que se difundan contenidos falsos.
4. Periodistas responsables con las informaciones auténticas, al día y de calidad como Carmela Ríos. En su Twitter se encarga de transmitir las últimas noticias más candentes.
5. Iniciativas como las de "la Caixa" denominada BeCritical. Se trata de un proyecto en el que se les da la oportunidad a los jóvenes de demostrar su competencia mediática y de reflexionar sobre las noticias que recibe a diario. El reto BeCritical se lleva a cabo en grupos de cuatro personas cuyo objetivo es encontrar un bulo, una fake o una mentira en la red y crear un vídeo que explique que, esa noticia que a todo el mundo llega, es falsa. Además, el proyecto cuenta con una guía para neutralizar noticias falsas dirigido al aula, para poder desarrollar en los alumnos y alumnas una mentalidad crítica ante la desinformación.
6. Por último y si queremos conocer el entramado existente en los medios de comunicación, podemos adentrarnos en Ymedia Vizeum. Es la web que nos muestra las verdaderas relaciones entre medios de comunicación y todo lo que los mueve.
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