lunes, 6 de abril de 2020

The eco chamber

La sociedad del siglo XXI nos ofrece multitud de posibilidades que hace unos años ni podíamos imaginar. Cuando las tecnologías tomaron un papel importante en nuestras vidas, querer incluirlas en nuestra rutina, dejar que formaran parte de nuestra realidad y aprender más y más sobre su utilización y asimilación, eran nuestros más grandes deseos.

En poco tiempo, hemos sido capaces de vivir en torno a ellas y de integrarlas en nuestro vida de la forma más íntima que se pueda conocer. Esto ha dado pie a que, además de utilizar los medios más tradicionales para informarnos y estar al día, la instantaneidad que nos ofrece la adaptación de esos medios tradicionales y la rapidez con la que corren las noticias, nos ha dado un papel, a toda la población, de informadores y consumidores de información en el momento que sea y donde sea.

Las redes que hemos podido crear con la implantación de Internet y el nacimiento de cientos de miles de canales que nos han unido, favorece que esa instantaneidad y el flujo de información nutra nuestros círculos de cualquier cosa que llega a nuestros dispositivos: fake news, artículos científicos, memes, vídeos de interés, entretenimiento, entre otros. Además de todo este contenido, las redes sociales ofrecen la posibilidad de que los ciudadanos ejerzamos nuestro derecho a la libertad de expresión hablando de todo aquello que nos apetezca, sea verdad o sea mentira, y nos hagamos altavoz de cualquier situación que se viva en la otra parte del mundo, por ejemplo.
Eco chamber es una expresión en inglés que traducida al castellano significa Cámara de eco. Este es un fenómeno que puede tener lugar en la sociedad actual gracias a esas redes que hemos creado. Es una metáfora que se utiliza para ejemplificar de manera casi gráfica qué es lo que ocurre con cualquier tipo de información que los medios de masas promulgan y que va haciéndose eco de ella cada vez que se comparte, difunde, modifica y exagera a través de las redes sociales y los dispositivos móviles con que contamos. Esta metáfora se utiliza sobre todo en periodismo para exponer cómo un transmisor de cualquier información va a poder ser difundido aumentando esa información origen dependiendo de quiénes sean los transmisores y las demás personas que reciban esa información van a ir afiliándose a la idea (ya transformada) que le interese más. Funcionaría como una caja de resonancia en la que si un sonido entra va a ir rebotando de pared en pared y llegaría a distorsionándose casi al completo transformándose, si cabe, en una información parcial o totalmente exagerada.

Un ejemplo claro lo estamos viviendo con la crisis del Covid-19. Ante esta situación desconocida para muchos y muy difícil para todos, los medios oficiales del Gobierno, en este caso, están emitiendo información directa de qué se trabaja, habla y debate en el centro de nuestro país. Los medios afines a la presidencia son proveedores de información leal a lo que ocurre, pero, en el otro extremo, todos los partidos contrarios a este Gobierno, están moviendo información sobre el hacer de Pedro Sánchez. ¿Qué está ocurriendo? Todas las personas a las que les está llegando esta información, están difundiéndola, además de exagerando qué se dice. Por lo que los más radicales y contrarios a la ideología de Sánchez, están agrandando y haciéndose cada vez más eco de todos sus fallos, poniendo en duda si haya hecho algo bien en todo este tiempo.

Lo que termina ocurriendo con esto, hablando o no del ejemplo que hemos comentado antes, es que al final, la información exagerada es lo que el grueso de personas que consumen los medios de masas creen y asimilan como la noticia real y verdadera.

Para enriquecer el ejemplo anterior y ver gráficamente qué ocurre con el efecto de la cámara de eco, os dejamos una infografía realizada Zesty Thing en 2016:





Coert Visser, psicólogo y coach de los Países Bajos, tiene un blog en el que desarrolla distintas reflexiones sobre el enfoque centrado en el progreso y distintas investigaciones y publicaciones que tiene, entre otros aspectos. Una de estas publicaciones habla de las cámaras de eco y nos parece bastante interesante traerlo aquí. En este post comenta la necesidad de salir de la zona de confort para salir de esa cámara de eco y de cómo se originan las cámaras gracias a la relaciones que hacemos. Trae, además, una breve reflexión de cómo se crean estas cajas de resonancia en Facebook y el siguiente gráfico que, aunque está enfocado en Facebook, podríamos utilizar para cualquier tipo de medio o red social.



Podríamos preguntarnos entonces, ¿nos llega alguna noticia que no esté ya modificada? ¿Los medios que consumimos ya han exagerado parte de la noticia que están emitiendo? ¿Cómo podríamos evitar esa difusión exagerada de las noticias y, por tanto, las Cámaras de Eco?

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